SIN EQUIDAD DE GÉNERO NO HABRÁ DEMOCRACIA
Desde el 9 de enero del presente año, la clase trabajadora ha tomado las calles en las grandes capitales del país, pero también en municipios, pueblos y caseríos, en demanda de recuperación de la calidad de vida, del valor del salario y del trabajo en Venezuela. En las movilizaciones, concentraciones, asambleas y encuentros sindicales, intergremiales e intersectoriales, la presencia de mujeres ha sido mayoritaria. Las mujeres sufrimos cotidianamente el peso de la ya larga crisis que vive el país. Sobre nuestros hombros recae el hacer frente al hambre, la inseguridad, la miseria y el éxodo de millones de compatriotas. Pero nuestro sostenido trabajo para paliar la profunda crisis no ha significado una mejora en nuestras condiciones de vida. Al contrario, se ha profundizado la brecha de desigualdad de género, afectando de manera más intensa a las mujeres más pobres. La mayoría de las mujeres venezolanas no sólo se encargan solas de su familia, sino que ocupan los peores puestos del mercado de trabajo.
Petitorio
- Atención de la emergencia humanitaria compleja con garantía de acceso a alimentos, medicinas, higiene menstrual, servicios de salud, educación de calidad, agua, luz y transporte para todos.
- Salario digno e indexado.
- Concertar una política salarial con el sector público y privado para eliminar la pobreza menstrual, garantizando un bono salarial para una menstruación con dignidad.
- Reconocimiento al derecho a trabajar sin dolor y de los efectos incapacitantes de la menstruación, con permisos de hasta tres días en los casos en que sea necesario.
- Incorporar en los convenios colectivos de trabajo los productos para la higiene menstrual.
- Eliminación del IVA en los productos de higiene menstrual.
- Reconocimiento de las tareas de cuidado que cumplen las mujeres y que no son remuneradas.
- Reducción de la desigualdad salarial de género: a trabajo de igual valor salario igual.
- Políticas de protección social y económica que contribuyan a revertir el proceso creciente de feminización de la pobreza.
- Garantías a los derechos y la salud sexual y reproductiva de las venezolanas.
- Políticas efectivas de prevención de la violencia contra la mujer con actuación oportuna y servicios adecuados para las víctimas, a fin de revertir la creciente ola de femicidios en el país y garantizar el derecho a una vida sin violencia.
- Políticas para combatir la prostitución infantil y la trata de niñas y mujeres. No es aceptable que el Estado siga haciéndose el ciego ante este drama de nuestras mujeres y niñas sacadas del país por las mafias de trata de personas.
¡EL TRABAJO DIGNO REQUIERE IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES!
¡LAS MUJERES EXIGIMOS IGUALDAD, SALARIOS, PENSIONES Y CONDICIONES LABORALES DIGNAS!